Estoy en paro, ¿y ahora qué?

¡Este momento es una oportunidad bestial!

Me encantaría que esta fuese la reacción de las miles de personas que se están enfrentando por primera vez a una situación de desempleo. Pero obviamente, entiendo que es una situación durísima y que cada caso tiene sus circunstancias. Por ello, no pretendo dar ninguna lección en estas líneas, pero si unas ideas para abrir debate e intentar infundir unos toques de ánimo.

Me gustaría alentar a todos los que hoy se encuentran en búsqueda: bien de un primer empleo, o de un siguiente proyecto profesional.

Sabemos que estamos ante momentos complicados, lamentando en primer lugar la muerte de tantos y la enfermedad de muchos que permanecen. Confiando en Dios en primer lugar, en la ciencia en segundo, en los que nos dirigen y en nosotros mismos. A esto sumamos el cisma económico, que sin entrar en política, podría haberse mitigado de mejor modo sin duda.

La realidad deja un reguero de personas que necesitan trabajar, siendo el trabajo un derecho. Según el artículo 35 de nuestra Constitución:

"Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo”.

Leyéndolo y releyéndolo, uno sueña con que esto fuese realidad, y no lo es. No todo el que quiere trabajar puede hacerlo, y no todo el que trabaja tiene una promoción y remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia. El último punto de discriminación por razón de sexo, daría para varios artículos.

Por tanto, en primer lugar, los que nos gobiernan deberían emplear todas las herramientas necesarias para procurar esto, y la Constitución no habla de subvenciones y ayudas para tenernos dependientes y subordinados, habla de trabajar, algo que nos hace libres de verdad.

Entrando en materia, porque verdaderamente me encantaría abrir otro debate, acerca de que podemos hacer todos para procurar este trabajo a nuestros vecinos (y lo tocaré en breve), tenemos el dilema de las personas que no pueden trabajar.

Remarcar que no debemos dejar de trabajar, aunque estemos en situación de desempleo. Me explico, hay que ser disciplinado y marcarse un horario exigente y cumplirlo: Hora de levantarse, ducharse, vestirse, practicar deporte, dedicar tiempo a los quehaceres de cada hogar/familia y a las personas que lo componen, establecer huecos para focalizarse en la búsqueda de ese empleo, dedicar tiempo a pensar, escribir y ayudar a los demás (lo más importante).

Como los primeros son obvios, me centro en lo último: ayudar es importantísimo siempre, pero mucho más cuándo se tiene tiempo y hay que salir de sí mismo. Recuperando a una frase de la Psiquiatra Marian Rojas, nos enseña: "El optimismo es una forma de capturar el instante presente ya que felicidad no es lo que nos sucede, sino como interpretamos lo que nos sucede. La gente que ha llegado más lejos en la vida poseía una visión optimismo del mundo de y las personas y sabían comunicarla a otros. El optimista sabe ver un proyecto mientras que el pesimista encuentra siempre una excusa para no empezar".

Por muy duras que sean nuestras circunstancias, siempre va a ver gente más necesitada o igual. Hoy día existen multitud de fundaciones y lugares que necesitan ayuda y dónde estarán encantados de recibirnos para que apoyemos, os propongo CARITAS dónde se nos ofrecen diferentes opciones para colaborar de voluntario, Banco de Alimentos o webs muy interesantes como The Social Heroes o Fevocam

Los beneficios de ayudar son clarividentes, pero aquí algunos ejemplos:

  • Aumenta la autoestima.

  • Disminuye el estrés.

  • Te hace sentir útil.

  • Harás feliz a las personas que más lo necesitan.

  • Recibes más de lo que das.

  • Tendrás más energía y serás más optimista.

  • Mejorarás en sociabilidad.

  • Serás más agradecido con la Vida.

Luego el ser disciplinado en tu día a día, autoexigirte igual que si estuvieses trabajando, hacer todo el deporte que puedas, hablar y escribir te ayudará indiscutiblemente.

Hay que aprender también a ser humilde, cuesta en esta situación, pero es la clave para crecer. No dudes en comentar con tu entorno tu momento actual, pide ayuda a quién creas pueda brindártela sin pensar en el que dirán. La mayoría de las ofertas de empleo siguen viniendo por referencia de unos y otros, debes estar en la mente de muchos.

 

Formación. “A Dios rogando y con el mazo dando”.

 

¡No dejes de formarte! Hoy disponemos de una oferta formativa muy amplia y de calidad a bajo coste o incluso gratuita. Aprovecha esta oportunidad para reciclarte en las innovaciones de tu área profesional, aprender nuevas disciplinas que se requieren en los puestos de trabajo. Además de canales de Youtube gratuitos y webs que ofrecen información atractiva y los típicos masters y cursos, me gusta últimamente Domestika, muy enfocado ciertamente a Marketing y creatividad, pero un ejemplo de cursos a bajo coste (9-10 euros) y que te pueden ayudar.

Dedica tiempo a navegar entre las ofertas de empleo, entendiendo lo que se necesita y reforzando en lo que te sientas más débil. Como se suele decir: es mejor centrar esfuerzos en lo que somos medio buenos, dónde tendremos más margen y opciones de crecer, que en lo que no tenemos muchas habilidades, que nos hará frustrarnos y no avanzar.

Hay que tener esperanza, fácil decirlo, pero comprensible que cueste. Márcate un calendario con hitos. Suelo recomendar dedicar los dos primeros meses a focalizarse en posiciones con condiciones retributivas similares o superiores a las anteriores. A partir de ese momento o más meses en función de cada persona, hay que tratar de adaptarse.

Y también hay que dejar una página de ese libro en blanco por escribir al emprendimiento. He oído a muchos emprendedores hoy exitosos, que la oportunidad de emprender se la dio su empresa cuándo le despidieron. Y en este sentido, no nos ofusquemos en la Idea, hay negocios que triunfan simplemente copiando y mejorando. Siempre en cualquier ámbito laboral encontraremos puntos de mejora, enfócate en una de ellas y trata de desarrollar en papel un modelo, un plan de negocio. Si estás convencido de ese negocio, encontrarás en tu entorno o en profesionales de la inversión el apoyo económico para al menos lanzar una primera versión y luego el Mundo es tuyo.

Como primer esbozo, aquí hago un punto y seguido. Abierto a escuchar (dentro de la disponibilidad) a quien necesite algo de apoyo en este sentido y espero que estás líneas despierten o animen a alguno de los que están en esta situación cargada de oportunidades.

¡El futuro es tuyo, cógelo, dirígelo y que no te lo roben!

 


Juan Antonio Martinez